Llegaron vestidos de metal
con su fe a un palo en cruz
llegaron del occidente,
los embajadores de la avaricia
y el terror;
llegaron a un continente
ingenuo y sabio,
llegaron
y destruyeron
y mataron
y no contento con ello
sumieron a la esclavitud
a un pueblo sano y sagrado.
Por siglos cual sanguijuelas
en piel de cerdo vivieron
y se resisten a seguir viviendo,
acostumbrados al poder del cobre
mezquinos e ilusos
dueños del mundo.
Hematófagos del pueblo,
irrespetuosos de la vida,
la salud y la mente,
socios de corruptos
y dragones,
hoy nos quieren vender
se obra maestra
"bienestar social"
a la módica suma
de tajos abiertos
y desiertos en lagunas.
Y cuando cansados
de tanta farsa al unisono
decimos ¡no!
entonces somos las caperucitas rojas
convertidos en el lobo feroz.
Hematófagos del pueblo,
socios de corruptos
y dragones,
cual heridos de bala
en el corazón,
llaman a la insensata
hermana mediática
para defender lo indefendible
y hasta gracia da su justificación,
y de sus mentes brillantes
solo salen heces de una
infección irrefrenable.
Hematófagos del pueblo,
socios de corruptos
y dragones,
sanguijuelas de siglos,
retira tus dientes de la piel
y levanta los ojos,
que un pueblo
mas sabio y mas justo
tus espaldas
ya ha mirado.
Hematófagos del pueblo,
tu hora ha llegado.
ARCAVI
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